lunes, 8 de noviembre de 2010

Francisca Meza: “este disco es mi pura intimidad ” Entrevista en www.bitlove.cl por Cristián Valdivia


Podas y Brotes es el título del primer disco de Francisca Meza, editado a comienzos de este año. Un trabajo acústico delicado y honesto con el que la cantautora inicia un recorrido musical que desde la sabia intuición, comienza a proyectarse.

Leí por ahí que llevas poco tiempo componiendo, que las canciones del disco son las primeras que hiciste y que fueron compuestas, arregladas y grabadas casi de inmediato…

Sí, es verdad que fue bastante rápido, pero yo en realidad no tenía conciencia de eso, porque estaba recién metiéndome en la música entonces no cachaba para nada como eran los tiempos en general. Lo hice así porque sentía que todas esas canciones que quedaron en el disco eran representativas de ese momento de mi vida y que al grabarlas, podía olvidarlas y pasar a otra cosa. Obviamente no es tan así porque uno las sigue tocando por mucho tiempo, pero no son una preocupación tan presente.

Podas y Brotes tiene un carácter bien melancólico, elemento que es común en harta música chilena… En tu música ¿de dónde crees que viene ese rasgo?

Claramente viene de mis experiencias, porque en realidad este disco es mi pura intimidad y debo decir que ese era mi estado de ánimo más preponderante hace algún tiempo.

Parece que a veces es más fácil componer desde la pena, o el dolor…

Creo que depende totalmente de la personalidad o el temperamento de quien compone. Hay gente que jamás va a hablar de su pena profunda en una canción, otras para quienes es su mayor motivación para escribir. No creo que haya algo más fácil, son sólo distintas disposiciones… En mi caso, se me hace muy natural hablar de mi dolor en las canciones, porque es un espacio libre y como encuentro que en la cotidianeidad no es tan fácil hablar de eso, lo canto.

Son largas tus canciones, por momentos las siento como un mantra, un viaje que poco a poco va agarrando vuelo… ¿Es consciente esto de componer en “larga duración”?

No, la verdad es que tuve cero consciencia de la duración al hacer las canciones. Cuando las hice me guié más que nada por lo que necesitaba decir y por el ritmo que intuitivamente me salió. De hecho hubo gente que me sugirió acortarlas para que fueran un poco más “radiales” o “comerciales”, pero me fue imposible acceder a eso. A veces pienso que la gente se puede aburrir de que sean tan largas, pero yo las escucho y me siguen gustando así.

Otra cosa que destaco en tu trabajo es la cotidianeidad de las letras, suenan simples pero a la vez bien profundas…

Las letras son una parte importantísima para mí, porque son el soporte sobre el cual compongo. Tengo que tener algo que decir para componer. A veces recojo extractos de cosas que he escrito anteriormente y las aumento o modifico. A veces salen de un tirón. Pero tengo un rollo con encontrar las palabras justas, como que no puedo cantar algo que no siento, entonces las palabras tienen que ser muy precisas. Esa es mi principal exigencia conmigo misma a la hora de hacer las letras: ser fiel a lo que de verdad quiero decir, nunca poner una palabra sólo porque rima.

En el disco lograste un sonido exquisito, muy acústico… ¿te lo propusiste desde siempre? ¿Qué papel jugó el ingeniero Juan Pablo Quezada (Prabha) en conseguir ese resultado?

El trabajo de Prabha fue el tremendo aporte. Yo tenía cierta idea del sonido que quería, pero evidentemente mi experiencia en grabación era nula, por lo que su participación fue fundamental. Se comprometió ene con el disco y le cachó la onda demasiado bien.

Los músicos con los que actualmente trabajas ¿son amigos? ¿De donde viene la conexión que tienes con ellos?

Nos conocimos cuando empecé a buscar gente para formar la banda. Al Pato Rojas (bajista) lo conocí por un amigo y él me presentó a todos los demás (Mauro López, José Yañez y Francisco Vives). Ellos también fueron fundamentales en el proceso del disco, porque con ellos hice los arreglos. Son todos secos y en verdad creo que no podría tocar sin ellos.

¿Cómo te ha ido con el disco? ¿Qué feedback has tenido de la gente?

Me ha ido bien, he vendido bastantes discos. A la gente le gusta mucho la música, siempre estoy recibiendo buenos comentarios. Pero como igual el proyecto sigue a un nivel más under todavía, la venta es lenta y la difusión es difícil. A pesar de que han pasado el disco un par de veces en Radio Uno, me gustaría obviamente poder sonar en las radios más regularmente, porque eso ayuda mucho a la difusión. Pero no es tan fácil, así que hay que seguir con el trabajo perseverante de la autogestión.

¿Ya tienes material para un próximo disco? ¿Cómo viene la cosa?

Sí, estamos preparando cosas nuevas y están un poco más eclécticas. Tenemos desde un bolero con letra de mi abuelo, pasando por cosas más parecidas al disco anterior, hasta cosas de frentón más rockeras. No sé que va a pasar, quizás no todo ese material quede en un nuevo disco, pero por ahora lo estamos tocando en vivo y viendo como cuajan, porque igual los temas se demoran en llegar a su forma definitiva.