jueves, 7 de octubre de 2010

Comentario disco "Podas y Brotes" en www.absentamusical.com



Por Antonio Subirá Montenegro


Sin querer dí con el afiche del lanzamiento del primer disco de Francisca Meza, parte de la nueva generación de cantautores chilenos. La curiosidad me obligó a asistir a la Sala Master el día Sábado 20 de Enero, donde una chica que equilibraba su nerviosismo con la sonrisa de estar cumpliendo un sueño, mostraba el producto final de años de trabajo. Cabe destacar la contradicción de una personalidad refrescante con las melodías tristes que entona su peculiar voz cada vez que toma la guitarra.

"Podas y Brotes" es una muestra de lo que la música es capaz de transmitir. El disco muestra a una Francisca que no deja indiferente. Puede ser la sinceridad de sus letras o la vulnerabilidad que refleja su voz lo que te hace pensar que no escuchas un disco cualquiera, sino que escuchas a una amiga contándote lo que le sucede. Sientes su tristeza. Su dolor. Lo que se agradece.

Francisca Meza

El disco parte con "No es Vacío", un adelanto de la experiencia que implica el escuchar este material, donde una melodía melancólica da paso a "Post amor", canción que refleja el mar de pensamientos que deja el perder a un amante. Con versos como "Parece que sería mejor olvidar / Compilar tus besos y dejarlos pasar / Soplar tu rostro hecho cenizas / Y empezar a pensar en mí" se aprecia esa sinceridad un tanto brutal que ya se había mencionado. Luego viene "Profecía autocumplida", una de las letras mejor trabajadas del disco y, por qué no decirlo, el tema que por su simple existencia ya genera respeto hacia esta joven promesa musical. "Vientos cojos" habla de la necesidad de libertad, del tener otra visión de la vida, mientras que "Cuantas veces" te hace sentir la pena de la cantante al ver cómo se repite su desgracia, la cual desaparece con la música. Un tema que juega con los sonidos del trompe y con los ritmos de las cuerdas. "Escaso vuelo" es una melodía rápida donde el escuchar una batería potente se te hace extraño al compararla con la suavidad del resto del disco.

Las letras de "Cosas por hacer" te hacen sentir. Una canción muy folclórica y con una mística que la diferencia de las demás, dando paso a "Sobras", donde los arreglos en guitarra eléctrica de Javier Barría envuelven en una melodía compuesta por metáforas oscuras y una letra donde el olvido es el personaje principal. "Lo que no fui" muestra la vulnerabilidad del ser humano, donde nuestra nueva amiga nos habla de sus cuestionamientos, sus inseguridades y la necesidad del otro para ser alguien. Una melodía triste e inolvidable por sus colores. Cerrando este torbellino de emociones entregado por la cantautora nos encontramos con "Alma blanca", donde el sonido de la trutruka junto con las guitarras acústicas en armonía te invitan a cerrar este viaje, que sin lugar a dudas, ha sido toda una experiencia.

Francisca Meza promete. Es que ya no estamos acostumbrados a lo simple, a las letras poéticas y a que un disco sea más que un disco. "Podas y Brotes" es una joya que debe ser descubierta. La invitación está hecha, quién la acepte sabrá de lo que hablo.

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